viernes, 3 de enero de 2014

El Tren del Tíbet

Desde el año 2006, el gobierno chino culminó la idea de los primeros gobernantes comunistas de unir todas las provincias del país por medio del ferrocarril. Era por tanto la Región Autónoma del Tíbet la única, que hasta 2006, estaba sin conectar con el resto del país. La línea férrea que une de manera directa la capital de China, Pekín, con la capital del Tíbet, Lhasa a lo largo de 3.753 km, desde la estación de Beijing Oeste hasta la flamante nueva estación de Lhasa.

Ruta Beijing a Lhasa
Trazado del ferrocarril Pekín-Lhasa


Desde su salida en la estación de Pekín Oeste, el tren parará en Shijiazhuang, Taiyuan, Zhongwei, Lanzhou, Xining Oeste, Golmund para entrar ya en el Tíbet, con la estación de Nagchu y la parada final de Lhasa. 
Ya en 1984 el tren llegaba hasta Golmund, una de las ciudades de la provincia de Quinghai, pero desde esa ciudad a Lhasa la separaban todavía 1.100 km de ferrocarril extremo, ya que había que superar las montañas Kunlun y Tagula, además del conocido como "el tercer polo de la tierra" la meseta de Qinghai y Tíbet, ubicada a una altitud promedia superior a los 4.000 metros, es conocida como ‘techo del mundo’ o ‘tercer polo de la Tierra’ y considerada como “zona inhóspita para el ser humano” debido a sus hielos internos contínuos que imposibilitaban la construcción de nada en su superficie, además de claro está, la casi ausencia de oxígeno.
Ferrocarril del Tíbet atravesando el Kunlun


Construcción
Durante los años cincuenta 3.000 trabajadores murieron por congelación y mal de altura cuando construían la carretera del Tibet, en la que ocuparon a un batallón de obreros chinos, carretera a la cual está pegada en gran parte el recorrido ferroviario Golmund-Lhasa.
Según reconocen los especialistas, el mundo de la ingeniería nunca había visto construir nada parecido y además en una de las zonas más extraordinarias e inhóspitas del planeta. Durante cinco años 140.000 trabajadores y 2.000 médicos lucharon para conquistar esta tierra hostil, con altitudes muy por encima de los Alpes suizos y temperaturas gélidas durante casi todas las estaciones, pero insufribles en invierno. Construir un ferrocarril en un entono tan hostil es como trabajar en Marte, explican algunos de los ingenieros más famosos del planeta. Siete túneles en pendientes escarpadas y 675 puentes levantados sobre valles y ríos hacen posible recorrer en 47 horas la distancia que separa Pekín de Lhasa, algo menos de 3.800 kilómetros.
El ferrocarril más extremo del mundo batió todos los récords. Es la vía férrea a mayor altitud del mundo, al tener que superar las montañas y Kunlun y Tagula a y subir al punto máximo de 5.072 metros sobre el nivel del mar. También tiene la estación ferroviaria a mayor altitud del globo terráqueo, Tangula, ubicada a 5.068 metros. Asimismo en su recorrido se encuentra el túnel construido a mayor altitud del planeta y que atraviesa la montaña Fenghuo; tiene 1,338 metros de largo y los rieles, a altitud de 4.905 metros, están tendidos sobre el suelo congelado de carácter perpetuo y de espesor de 150 metros.
 

La estructura geológica del suelo a lo largo del ferrocarril es muy complicada, con movimientos bastante frecuentes, bajo intensa insolación, a gran altitud y con complicidad y peculiaridad sin precedentes del suelo congelado. Algo menos de 600 kilómetros de su trazado fue tendido sobre permafrost, un terreno permanentemente congelado ya en los niveles superficiales y que en verano, al derretirse, forma una especie de lago pantanoso que hace inestable cualquier construcción. Un verdadero quebradero de cabeza para la ingeniería china y para el desarrollo científico y tecnológico de China que marca un hito en la construcción del tendido ferroviario de Golmund-Tíbet.

 

Trenes
Los trenes, orgullo de los ferrocarriles chinos donde solo trabajan los mejores, salen cada día con 13 coches y en total podrán transportar a 863 personas. La velocidad es ligeramente superior a los 110 kilómetros a la hora durante el recorrido por la tundra. Algunas de las estaciones, las situadas a mayor altitud, solo sirven para el cruce de los convoyes, ya que buena parte de la línea solo tiene una vía. Las locomotoras diesel han sido objeto de mejoras en la sobrealimentación de los motores, debido a la considerable pérdida de potencia inherente al aumento de altitud. El tren está equipado con sistemas de reciclaje de residuos (el ecosistema está en peligro ya que la presencia humana en esta zona es muy limitada y el turismo la pone en peligro) y todos los vagones son herméticos, lo que impide arrojar residuos al exterior.

Locomotora GE C38ACHe diésel


Las locomotoras se comercializan como GE C38AChe y han sido construidas en los Estados Unidos por General Electric. Son de propulsión diésel-eléctrica y motores eléctricos en corriente alterna. Disponen de un motor principal de 12 cilindros que producen 4.000 CV a 1.050 r.p.m. La cabina recuerda a las locomotoras diésel alemanas e incluso por su frontal tiene cierto parecido con las 333 españolas.
Los coches de viajeros están presurizados de forma similar a los aviones, con suministro de oxígeno adicional durante una buena parte del itinerario para evitar el mal de altura de los pasajeros. Un servicio médico abordo atiende a los viajeros que soportan peor la falta de oxígeno y entregan mascarillas en los casos de emergencia.


Existen dos clases, una en asiento "hard seat" en la cual pasaremos los casi 2 días de viaje conversando con la población autóctona por menos de 40 €, y la otra opción es la de litera en compartimento de 4 personas, en la que por menos de 100 €, algo casi inalcanzable para la población local, podremos descansar más placidamente en nuestro recorrido hacia el techo del mundo.

Compartimento de 4 literas


"Hard seat" o asiento duro en el cual viajan la mayoría de los lugareños


Estación de Lhasa
Se trata de la flamante nueva estación construida para llevar el tren hasta la capital tibetana. Se sitúa a 3.641 metros sobre el nivel del mar y a 5 km al suroeste del símbolo de Lhasa, el Palacio de Potala.
Cuenta con 4 andenes para la llegada de los 5 trenes diarios que llegan a Lhasa desde el resto de China.
Los letreros están en chino, tibetano e inglés.

File:Lhasatrainstation shu.jpg
Interior de la Estación de Lhasa


Exterior de la Estación de Lhasa


Polémica del Ferrocarril del Tíbet

La línea fue inaugurada el 1 de julio de 2006 por el presidente Hu Jintao, el cual lo consideró como un “triunfo jamás visto“ y un "gran logro en la modernización de China”. 
En cambio, el Dalai Lama, líder espiritual del pueblo tibetano y en el exilio desde la ocupación del Tíbet (antiguo país independiente) por la China comunista de Mao lo calificó como "Vivimos un genocidio cultural", “Básicamente, un ferrocarril es útil para desarrollar un país; pero no, si se construye para conseguir una transformación demográfica.” Como ejemplo, el Dalai Lama cita la provincia musulmana de Xinjiang en el noroeste de China, patria de los uigures; allí se ha multiplicado el número de inmigrantes chinos a lo largo de la nueva línea de ferrocarril. 

¿Será que el ferrocarril sobre todo servirá a los chinos Han que se asientan en el Tíbet? ¿Hará que la cultura del Tíbet se pierda definitivamente? 

"Travel broadens the mind" (Viajar ensancha la mente) Clara, mi profesora de inglés

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